La arquitectura racionalista es un movimiento arquitectónico que surgió en Europa a principios del siglo XX, como parte del Movimiento Moderno. Se caracteriza por el uso de formas geométricas simples, la ausencia de ornamentación, la funcionalidad y la lógica en el diseño. La arquitectura racionalista busca expresar la esencia de la arquitectura, basándose en la razón, la ciencia y la tecnología.
En este artículo, te vamos a explicar qué es la arquitectura racionalista, cuáles son sus características principales, cómo se desarrolló a lo largo de la historia, qué ejemplos puedes encontrar y qué ventajas y desventajas tiene. También te mostraremos las diferencias entre la arquitectura racionalista y la arquitectura orgánica, otra corriente del Movimiento Moderno. Si te interesa saber más sobre este tema, sigue leyendo.
¿Qué es la arquitectura racionalista?
La arquitectura racionalista es la arquitectura que se basa en la razón, la ciencia y la tecnología, para crear espacios funcionales, lógicos y estéticos. La arquitectura racionalista se opone a la arquitectura tradicional, histórica y romántica, que se basa en la emoción, la intuición y la imitación.
La arquitectura racionalista se inspira en las ideas de la Ilustración, el movimiento filosófico que defendía el uso de la razón y el método científico para comprender el mundo. También se influencia por el racionalismo, la corriente filosófica que sostiene que la razón es la fuente principal del conocimiento y la verdad.
La arquitectura racionalista se manifiesta en diferentes estilos y escuelas, como el neoplasticismo, el constructivismo, el funcionalismo, el estilo internacional, el brutalismo, etc. Algunos de los arquitectos más representativos de la arquitectura racionalista son Le Corbusier, Ludwig Mies van der Rohe, Walter Gropius, Gerrit Rietveld, etc.
¿Cuáles son las características de la arquitectura racionalista?
La arquitectura racionalista se caracteriza por:
El uso de formas geométricas simples, como el cubo, el cilindro, el cono, etc. Estas formas se consideran universales, atemporales y racionales, y se combinan de manera modular y simétrica.
La ausencia de ornamentación, ya que se considera innecesaria, superficial y engañosa. La arquitectura racionalista busca la pureza y la claridad de la forma, y se rige por el principio de que “la forma sigue a la función”.
La funcionalidad, ya que se busca que el espacio se adapte al uso y a las necesidades de los usuarios, sin sacrificar la estética. La arquitectura racionalista busca la eficiencia, la comodidad y la practicidad.
La lógica, ya que se busca que el diseño se base en principios racionales, matemáticos y científicos, y no en criterios subjetivos, emocionales o históricos. La arquitectura racionalista busca la coherencia, la precisión y la objetividad.
El uso de materiales modernos, como el hormigón, el acero, el vidrio, etc. Estos materiales se consideran honestos, duraderos y expresivos, y se muestran sin disimular ni imitar otros materiales. La arquitectura racionalista busca la innovación, la experimentación y la tecnología.
¿Cómo se desarrolló la arquitectura racionalista?
La arquitectura racionalista se desarrolló a lo largo del siglo XX, en diferentes contextos históricos, sociales y culturales. A continuación, te presentamos un breve resumen de las principales etapas de la arquitectura racionalista:
La arquitectura racionalista surgió en Europa después de la Primera Guerra Mundial, como una reacción al eclecticismo, el historicismo y el art nouveau, que se consideraban decadentes, irracionales y obsoletos. La arquitectura racionalista buscaba expresar los valores de la modernidad, el progreso y la racionalidad, y responder a los desafíos de la industrialización, la urbanización y la democratización.
La arquitectura racionalista se consolidó en Europa entre las dos guerras mundiales, con la aparición de diferentes movimientos y escuelas, como el neoplasticismo, el constructivismo, el funcionalismo, el estilo internacional, etc. La arquitectura racionalista buscaba crear un lenguaje arquitectónico universal, que fuera capaz de comunicar y unir a las diferentes culturas y naciones.
La arquitectura racionalista se expandió por el mundo después de la Segunda Guerra Mundial, con la emigración de muchos arquitectos europeos a América, Asia y África, donde difundieron sus ideas y proyectos. La arquitectura racionalista buscaba adaptarse a los diferentes contextos y necesidades, y contribuir a la reconstrucción y el desarrollo de los países afectados por la guerra.
La arquitectura racionalista se diversificó y evolucionó en la segunda mitad del siglo XX, con la aparición de nuevas tendencias y corrientes, como el brutalismo, el estructuralismo, el metabolismo, el high-tech, etc. La arquitectura racionalista buscaba explorar nuevas posibilidades y desafíos, y responder a las demandas y cambios de la sociedad.
¿Qué ejemplos de arquitectura racionalista puedes ver?
La arquitectura racionalista ha dejado numerosos ejemplos de edificios emblemáticos, que reflejan sus características y principios. Algunos de los ejemplos más destacados son:
La Villa Savoye, diseñada por Le Corbusier en Poissy, Francia, entre 1928 y 1931. Es una de las obras maestras de la arquitectura racionalista, que aplica los cinco puntos de la arquitectura moderna: los pilotes, la planta libre, la fachada libre, la ventana corrida y la terraza jardín.
El Pabellón Alemán, diseñado por Ludwig Mies van der Rohe en Barcelona, España, en 1929. Es una de las obras cumbre de la arquitectura racionalista, que muestra la elegancia y la pureza de las formas geométricas, los materiales modernos y la ausencia de ornamentación.
La Casa Schröder, diseñada por Gerrit Rietveld en Utrecht, Países Bajos, en 1924. Es una de las obras más representativas del neoplasticismo, un movimiento que se basaba en el uso de formas rectangulares, colores primarios y planos perpendiculares.